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Mientras el rock pague el rock, vamos a seguir haciendo rock la neta.


Siempre vamos y vemos a la banda favorita de nuestra vida a cualquier foro en donde se presente, siempre y cuando haya dinero y transporte para moverte. ¿Pero que pasa del otro lado del espejo?, es decir como observan los mismos músicos lo que está sucediendo con la escena.

Bueno pues este pequeño texto te hará saber un poco lo que sucede tras bambalinas.


“Creo que aprendí viendo a las bandas de mis amigos más grandes y escuchando las historias de las bandas de punk rock que hacían su propia mercancía, ellos editaban sus discos y hacían sus giras entonces pues creo que fue parte de lo que siempre quise hacer de mi banda y como el sueño con mis amigos de hacer todas nuestras cosas solos. Más bien creo que mi experiencia como independiente fue prueba y error, ver que podíamos hacer y como ir descubriendo siempre formas”. Esto fue lo que me contó Aldo Camalle, vocalista de Tungas; una banda que inicio haciendo shows pequeños en fiestas y tocando en espacios como el Alicia o el Centro de Salud. Ahora con 11 años de carrera; el año pasado pisaron el Festival Iberoamericano Vive Latino con un lleno rotundo en la Carpa Intolerante. Pequeños detalles, que a veces no nos damos cuenta.


Tal parece que el patrón dentro de la vida de un músico recae en el número de intentos de hacer una banda y ver cual de ellas es la que vislumbra un futuro prometedor. Viéndolo en retrospectiva y acordándome de todos mis amigos músicos más lo que mis entrevistados me contaron; existen etapas en las bandas y que con el pasó del tiempo se va notando la evolución, el sonido, la sincronía, la convivencia, etc. A la par de ellos intervienen, evolucionan y revolucionan elementos y herramientas que al final del día resultan ser totalmente positivos para una difusión mayor de la música.


Los músicos a través de las experiencias, como lo comentaba Aldo, van construyendo sus herramientas y el camino. Sí antes necesitaban intermediarios esos mismos elementos resultaron ser armas para ser autónomas y gestionarse por sus propios medios.

Como vox populli, hubo un momento en el que tener una banda y firmar con una disquera resultaba el sueño; el sueño de volverte famoso y vivir de la música. Pero nadie te habla de la otra cara de la moneda, de que a través de ti la disquera se solventa, eres el producto y al que de alguna forma van a explotar para sacar el mayor presupuesto. Pero además de ello, ganas otras cosas como una forma de trabajo, saber hasta que punto venderte pero lo que se aprende de una forma gigantesca es la autogestión. El hacer las cosas de forma autónoma e independiente es lo que ahora se vislumbra en la mayoría de las agrupaciones. La industria está cambiando y con ello podemos ver que también la forma de ver las cosas desde la mirada subjetiva y claro, principal que es el artista.


En el encuentro que tuve con Erik, vocalista de Allison, me contó sobre su experiencia al estar trabajando con una disquera comercial y el contraste al estar ahora como una banda independiente: “Hacemos muchas cosas al estilo major (comercial), nosotros tenemos una plataforma de estructuras y de procesos que nos volvemos casi una disquera transnacional, sólo no tenemos el presupuesto que tiene obviamente una disquera transnacional pero hacemos la verdad casi los mismos procesos, hay otros que no podemos hacer igual porqué obviamente no tenemos un departamento de gente que trabaje específicamente para nosotros pero contratamos agencias y creo que esto ha sido una gran clave para el éxito que hemos tenido en nuestra campaña y este nuevo álbum que acabamos de sacar”. La autogestión se traduce a un trabajo propio en donde diversas personas trabajan en conjunto para un fin dentro de la música; lo que ahora se hace es que se comienza a pensar la gestión con una perspectiva transdiciplinaria en donde la gestión se vuelve una práctica plural ampliando la visión en la industria. Quizás haya diversas estrategias para una autogestión eficiente, pero es un término subjetivo ya que cada músico o banda se acomoda u organiza su proyecto.


En estos últimos años el género se ha reactivado; si bien ha ocurrido una gran transformación en el ámbito gracias a las nuevas tecnologías, los cambios administrativos en las mismas disqueras, o los convenios que se llevan a cabo en diversas situaciones. Además de que las condiciones sociales son un tanto diferentes a como solían ser hace 7 u 8 ocho años.



Tal vez pienses que ahora los músicos tienen éxito ya viejos, cuarentones y hasta con hijos y todo. Pero son con los que tú querido lector creciste, te platicó algún amigo que le gusta División Minúscula y ahorita ya están dando el viejazo (bueno, no pasan de los 40), pero a lo mejor tú que me lees tienes 23 o 27 años y que siguen o apenas vas conociendo un poco de lo que la escena independiente puede ofrecerte.


La autogestión es independencia; y muchas de estás bandas o músicos se iniciaron con una disquera comercial y desertaron a está idea de trabajar con alguien que se las sabe de todas todas en el ambiente comercial para poder ser los arquitectos de su propia carrera, así como defender los que son y que son.

“Estuvimos como dos años con una (Sony BMG), creo que nos salimos a principios del 2010 y pues, como que estamos acostumbrados a hacer las cosas a nuestro ritmo, a nuestros gustos. Como que tomar decisiones no dependía de nosotros sino de un montón de gente y acomodarnos a los tiempos de una empresa de ese tamaño, entonces para nosotros no funciono y decidimos salirnos”. Esto me lo contaron los Aurum, una banda de Guadalajara que actualmente se encuentra toureando con Tungas en el Circuito Indio; una propuesta bastante interesante donde las bandas del circuito independiente rotan fechas con otras propuestas musicales en determinados puntos de la república mexicana. De alguna forma nos estamos dando cuenta del gran apoyo y como se esta masificando lo independiente.


Cada día que vives en tu trabajo se traduce a la creación o emergencia de dos o tres bandas al día, ¿te imaginas lo que es eso?, esto es una de las causas por las cuales la creación de políticas públicas necesita estar abiertas a propuestas culturales como lugares en pro de la música u otras artes. “En cuanto a espacios para la música creo que estamos muy en pañales; nos gustaría pues nosotros que somos una banda independiente todavía no nos hemos movido como sea, gran o pequeño en muchos lugares de la república nos damos cuenta de que está muy contrastado; vas y tocas en Veracruz y el lugar está increíble. Luego tocas una fecha en otro lado y el lugar está súper chiquito y no es que este mal, son shows diferentes son vibras muy distintas, pero si hacen falta muchos espacios. Foros medianos quizá para bandas de este tamaño como dice Piña, algo mainstream”, me comentó Pako de Say Ocean.


Son los mismos músicos los que obviamente son los primeros que se dan cuenta en la falta que existe desafortunadamente hasta ahora en espacios. Sin embargo, poco a poco se han acondicionado lugares para la música como el Centro de Salud, El Mundano, incluso librerías, como el Péndulo y su Foro del Tejedor.


Se trata de vincularnos los unos con los otros, generar un cambio, hay muchos elementos de valía que están guardados en la autogestión que aún a la fecha se conservan y quizás estás cosas son las que deben permanecer acerca de la música. Que no se pierda eso, el ser tú propio arquitecto de tu carrera eso es lo que debería de conservar por siempre. El que tu dirijas el barco hacía que aguas quieres que te lleve eso nunca debe de cambiar. “La gente lo sigue teniendo y creo que es un espíritu rebelde que vive en cada uno de nosotros y que esa voz nunca la debes de dejar de escuchar”, palabras sabías con la que cerramos la entrevista con Erik, vocalista de Allison.







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